La capital valenciana ha sido designada como una de las cien ciudades europeas que asumirán el reto de ser climáticamente neutras en 2030, así lo ha dado a conocer este jueves su alcalde, Joan Ribó, después de que la Comisión Europea haya anunciado que València es una de estas urbes.
Ribó ha asegurado, en una comparecencia extraordinaria convocada para dar a conocer la elección, que ese es «un objetivo muy ambicioso que sitúa a València como referente europeo en la lucha contra el cambio climático».
Asimismo, el primer edil ha considerado que estar entre esas cien ciudades es «una de las noticias más importantes» para València «en esta década».
«Durante los próximos ocho años València estará a la vanguardia mundial en políticas de innovación e inversiones destinadas a conseguir la neutralidad climática, 20 años antes del objetivo general que se marca la Unión Europea», ha destacado el responsable municipal.
La ciudad de València presentó en enero su candidatura para formar parte de la red europea de ciudades que serán climáticamente neutras e inteligentes en 2030. El Ayuntamiento de València ha implicado en este proyecto a entidades del ámbito público, privado, universitario y de la sociedad civil.
Todas ellas se comprometieron en un acto celebrado en el Ayuntamiento para presentar la estrategia Misión Climática València 2030 a colaborar con el fin de conseguir que esta sea una ciudad climáticamente neutra y sumarse a la red de las cien urbes europeas que, con el apoyo económico de la Comisión Europea, guiará al resto en políticas medioambientales.
Ribó aseguró entonces que la capital valenciana estaba «preparada» para formar parte del grupo que liderará la descarbonización de la próxima década. Este jueves ha agradecido el respaldo de «todas las entidades, universidades, asociaciones, partidos políticos y ciudadanía que se han sumado a este gran reto de ciudad».
València desarrollará proyectos para conseguir la neutralidad climática en 2030 y así que la ciudad sea capaz de igualar o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que genera mediante acciones en todos los ámbitos posibles: desde la movilidad y el transporte, el cambio de modelo energético, la transformación de la economía y la industria, la renaturalización y biodiversidad del territorio, o la vivienda sostenible, ha precisado el Ayuntamiento.
Las cien ciudades escogidas por la Unión Europea desplegarán una metodología y un monitorización inteligente que permitirá evaluar si las políticas públicas y el impulso privado muestran su eficacia frente al contra el cambio climático, ha agregado el consistorio, que ha aseverado que «todas las herramientas de la ciudad inteligente serán claves en esta deseada transformación».
«El momento es ahora. Esta designación de València significa que la ciudad pisa el acelerador para materializar las políticas públicas innovadoras y las inversiones destinadas a ser climáticamente neutra e inteligente en 2030. Es un hito muy ambicioso y nada fácil. Por eso, tenemos que concienciar a todos los actores de la importancia de este reto. Hay que involucrar a toda la ciudadanía y a la iniciativa privada para que se sumen a la transformación económica sin que ninguna persona se quede atrás», ha agregado Joan Ribó.
El primer edil ha considerado que esta es «una gran oportunidad económica para generar una nueva economía con nuevas oportunidades de empleo basadas en el uso de las energías renovables, la creación de infraestructura verde y la edificación sostenible entre otros campos».
Una de las primeras consecuencias de la designación como ciudad que trabajará por la neutralidad climática en 2030 es la elaboración de los llamados «contratos climáticos», un paquete de medidas integrales para la ciudad con las que tiene que lograr el objetivo y que tendrán que firmar Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno central, ha expuesto el consistorio.
«Hasta ahora, habíamos firmado una declaración de intenciones con las instituciones autonómicas y estatales, pero firmaremos el acuerdo que abrirá las puertas de la ciudad hacia la transformación. Todas las administraciones tendrán que trabajar en el objetivo común de la neutralidad de la ciudad con una serie de medidas que la Comisión Europea establecerá», ha explicado el edil de Innovación, Carlos Galiana, que ha comparecido junto a Ribó.
La UE cuenta con una línea de ayudas para las cien ciudades que trabajarán por la neutralidad. «En los próximos dos años se estima que hay 360 millones para los diferentes proyectos» y «vendrán muchos más porque este reto es para toda la década», ha afirmado Galiana, que ha apuntado que se estima que «solo el 15% de la inversión será pública».
«Europa nos guiará en la tarea de tutorizar la inversión privada, atraerla y potenciarla. La etiqueta de neutralidad será tan potente que será un gran motor de creación de empleo y riqueza para la ciudad», ha detallado el concejal.
Por su lado, el edil de Emergencia Climática, Alejandro Ramon, que ha acompañado a Ribó y Galiana, ha señalado que este será un proyecto de «éxito» si se logra «implicar a toda la sociedad desde las administraciones, las empresas, las asociaciones, los medios de comunicación y la ciudadanía». Ha valorado la apuesta de los últimos años «en la lucha contra el cambio climático» con políticas de movilidad sostenible, energías renovables y renaturalización urbana.
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