Todas las partes de la microrred pasan a través de un cuadro general de protección y maniobra, desde el que se pueden realizar maniobras de conexión o desconexión de cualquier parte, además de proveer la protección básica contra sobrecargas y cortocircuitos. El cuadro va provisto de dispositivos de medida en cada circuito, que permiten monitorizar el funcionamiento de cada parte.
Para trabajar en isla y cargar las baterías se utiliza el Xantrex XW4548-230-50 de Schneider Electric, que regula los distintos flujos entre los elementos conectados y que podrá ser ampliado en el futuro con equipos propios que permitan dotarlo de nuevas utilidades.
El diseño actual permite estudiar el comportamiento de sistemas híbridos bajo diferentes escenarios de producción y consumo, analizar el comportamiento dinámico de los elementos del sistema, simular la ubicación remota de cualquier elemento, intercalando impedancias adecuadas para modelar las líneas eléctricas de conexión, etc.
Con el objetivo de poder variar las condiciones de consumo de la red eléctrica sobre la cual van a inyectar energía de los sistemas de producción renovables, se planteó la necesidad de emplear una carga trifásica variable. Dado el elevado coste que tienen las cargas electrónicas comerciales se decidió la construcción de una carga programable en saltos discretos de potencia, los cuales serían suficientes para simular el comportamiento de un grupo de usuarios. El sistema está constituido por 10 reostatos que permiten alcanzar una carga de 9 kW en forma escalonada.
Una microrred dispone de los mismos elementos que una red convencional: generadores, cargas y sistemas de control, añadiendo además la posibilidad de incluir dispositivos de almacenamiento de energía. Sin embargo, aunque conceptualmente todos estos equipos tienen las mismas funciones que en una red a gran escala, su funcionamiento y especialmente sus sistemas de control y protección deben estar adaptados para operar adecuadamente de acuerdo con la filosofía de funcionamiento de las microrredes.
En LabDER se plantea la gestión de la red bajo dos premisas de control, la mejora de la eficiencia energética de los sistemas implicados y la de proporcionar las herramientas necesarias para facilitar la respuesta de la demanda dentro del sistema eléctrico.
Como resultado de la investigación se pretende obtener el desarrollo de un sistema de control (EMCS, Energy management and control system) que permita la gestión de distintos tipos de microrredes, las que se puedan plantear en entornos eléctricamente aislados o conectadas a red.